El zapallo—también llamado calabaza—es oriundo de la región andina de Sudamérica y es un eterno aliado de muchos platos de invierno. El zapallo es una hortaliza que está medianamente emparentada con la sandía por un lado y con el melón por el otro. A diferencia de estos parientes, el zapallo es sabroso cuando se hierve y sirve sólo con sal y un baño abundante de aceite de oliva
Por otro lado, y en un círculo mucho más íntimo. El zapallo comparte una relación estrecha con los zapallitos y con los zuchinis.
Su consumo es antiquísimo calculándose que 8000 años A.C. aproximadamente ya formaban parte de la dieta de los aztecas como algo habitual. Muchos años más tarde los españoles después de las conquistas lo llevaron a Europa donde rápidamente fue divulgado, conocido e incorporado a la alimentación.
El puré de zapallo es la comida habitual de los bebés y de los niños más pequeños.
La pulpa del zapallo y de la calabaza es muy nutritiva aportando al organismo hidratos de carbono y betacarotenos
Hay infinidad de formas de prepararlo, entero, cortado en trozos o en mitades, hervido, al vapor, al horno, solo o acompañado con otros ingredientes.