El uso del anís es bien conocido desde la Antigüedad y sus semillas son indispensables en muchas recetas mediterráneas, tanto recetas dulces como saladas
El uso del anís es bien conocido desde la Antigüedad y sus semillas son indispensables en muchas recetas mediterráneas.
Con ellas, además, se producen licores, como el ouzo griego, la mastika hungara y el anís.
Imagen cortesía de Wolfgang Eckert en Pixabay
Sus semillas se utilizan como condimento en panadería, dulcería y repostería, en la elaboración de licores (anís, anisette) así como en algunos currys y platos de marisco. Todas las partes vegetales de la planta joven son comestibles. Los tallos tienen una textura parecida al apio y son mucho más suaves de sabor que las semillas. Se elaboran aguardientes como el aceite de anís.