Si bien cocinar es una experiencia encantadora que llena nuestros hogares con aromas deliciosos, algunas veces los olores persistentes de la cocina pueden ser menos que agradables.
—Ah! si las verduras conservasen su color luego de cocinalas!
A quien no se le ha escapado esta exclamación luego de hervir verduras y hortalizas ¿Hay remedio para esto?
Claro que sí. El secreto consiste en hervir las verduras con muy poca agua y usar la tapa de la cacerola para completar la magia. De esta forma las verduras conservan su color y cualquiera se luce al llevarlas al plato
Imagen cortesía de Sentirme Bien